La Guitarra.
La Guitarra Aquella mañana, a plena luz del sol, cerca de veinte años atrás, allá en Ginebra, cuando apenas llevaba yo dos días de radicar en esa bella ciudad para completar mis estudios en reingeniería literaria y aún no encontraba un apartamento propicio para desenrollar mi propia existencia, supe desde que la vi a la distancia, caminando a la orilla del lago, que ella era la Guitarra. La mujer más mencionada y alborotadora de la sociedad ginebrina por aquellos días, y a quien los hombres en el barrio habían bautizado así: la Guitarra; las mujeres, en cambio, le llamaban simplemente: la puta. Nadie sabía con precisión de dónde salía la Guitarra cada mañana en aquella ciudad, pues no se le conocía residencia fija alguna. El comentario generalizado era que dormía cada noche en distinta casa, cuarto de hotel o apartamento, cuando no en la parte...