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Mostrando entradas de 2013

Cuando muerto...

Decidido. Totalmente. Cuando muerto, no espantaré. Escribiré.  No te espantes cuando me leas, por favor.  Saludos, y salud.

Soñando sueños

¿Luis....? ¡Luis....? ¡No! Otra vez, no. ¡No más! Estoy harto. Mi cúmulo de fracasos, estas cuatro comunes paredes que destilan mortuoria congoja y esa voz dulce, pero perturbadoramente insistente que me llama una y otra y otra vez, interrumpiéndome a cada instante, me han hastiado. No puedo escribir una sola oración. Una sola frase. No soporto más. Me voy. Tomaré algún tren. Sí, un tren. Tengo muchísimo tiempo de no viajar a bordo de alguno. Es más, me iré en uno de antaño. Con ventanales de hierro, bancas y mesas de cedro a los lados y rústicas tablas bajo mis pies. Igual a aquel al que mi padre me llevó cuando cumplí 5, como regalo de cumpleaños. Sí, un tren así necesito para largarme. Para emprender este viaje sin retorno. ¡Basta! Ha sido suficiente. Amigo, con permiso, con permiso. Señor, disculpe,  ¿a qué hora viene el tren? Ah, gracias. Sí, ya lo compré. Gracias, muy amable. Ojalá venga pronto. Hace calor. No hay en dónde sentarse. No soporto un minuto más. Esto...

Palabras del autor: Diez Fumadas

Amigos, os comparto las palabras del autor de mi primer libro: Diez Fumadas. Esta pieza, la cual me niego rotundamente a llamar libro, es producto de mi anhelo por convertirme en escritor; oficio que, según mi entender, me permitirá viajar alrededor del globo y más allá de las nubes, la luna y las estrellas, ya que siendo yo quien escribe, cual insignificante émulo de Dios, y si Él lo permite, podré elegir: desde el destino propiamente, hasta la hora de salida, los menús y los paisajes, mujeres bellas como ellas u hombres descarnados como nosotros, el momento de nacer y el momento de morir, el aroma de la tormenta de arena en Gobi y si Teresa le agrega apio, o no, al caldo de gallina que elabora para la infanta Margarita. En fin, obtendré total libertad para ir, venir, hacer y deshacer. Soñar con tales poderes de la mente plasmados por la pluma, la máquina o el procesador me embriaga. Me maravilla. Debo advertir también que la presente ha sido totalmente concebida y desa...

Sostenibilidad y Minimalismo

Sostenibilidad y Minimalismo Hoy día es imposible concebir una empresa que desatiende los conceptos de sustentabilidad y minimalismo. Más allá de las sociedades en evolución, las empresas poco a poco se han percatado de la enorme importancia y valor que los recursos poseen, desde el capital financiero mismo hasta aquellos aparentemente insignificantes como parecieran serlo un lápiz, una hoja de papel, un foco encendido sin necesidad alguna y muchas actividades similares. Sin embargo, en esencia, la sostenibilidad a largo plazo tanto como el minimalismo han sido conceptos de interés por parte de la humanidad desde tiempos remotos, principalmente, aunque no excluyentemente, por los seres humanos más privados de recursos, los multicarentes, quienes más por imposibilidad real que por ignorancia o carencia de conciencia han tenido que vivir cuidando y apreciando los recursos en su justa dimensión para asegurarse la diaria sobrevivencia a la vez que algún plazo esperanzador de vida,...

Así Conquistamos El Mirador (Muestra)

PREFACIO Llegar hasta este remoto lugar del país no ha sido fácil, y el regreso seguramente tampoco lo será. Y es que sí, sin duda, el sitio arqueológico maya El Mirador está situado en lo más recóndito posible dentro de la exuberante selva de Guatemala, en América Central. Por ello mismo, también es importante señalar que permanecer sólo un día acá, en el sitio arqueológico y sus inmediaciones, no es suficiente para quien tiene verdadero interés en el tema, dado que tan sólo su núcleo urbano, hasta ahora descubierto y graficado aunque no totalmente descombrado, posee un área poco mayor a los 5 kilómetros cuadrados (3.3 kms. de Este a Oeste y cerca de 1.6 kms de Norte a Sur), albergando en ella cerca de 35 magníficas estructuras triádicas e infinidad de vestigios y escombros. Tikal, más ampliamente conocido, en su núcleo alcanza apenas cerca de los dos kilómetros cuadrados.  Sí. Dado el entorno natural propio —una extensa y prístina selva que denodadamente se inten...

Cuántos kilómetros...?

¿Sabes cuántos kilómetros es necesario recorrer a pie, entre la jungla del Petén, para conocer el sitio arqueológico maya, primera ciudad Estado del continente, El Mirador? Pues ese dato, tanto como otra información relevante a dicho sitio arqueológico puedes encontrar en: Así Conquistamos El Mirador. Un e-book o libro electrónico disponible en el portal más grande de ventas.

La enorme morgue

Esta mañana, que desde mi lecho percibía ya como lúgubre y fría, extraña, me llevó a escuchar que también el habitual trino y jolgorio matinal de las aves era distinto. Sonaba melancólico, lastimero. Como arrastrándose pesadamente, lánguidamente, paulatinamente, hasta extinguirse por completo. Luego, otra ave se dejaba escuchar apenas, hasta que poco a poco también su débil trino cesaba. El frío realmente se percibía en el ambiente. Al no más asomar la nariz fuera de las chamarras se respiraba un aire seco y helado. Yo hubiera seguido metido entre nuestra tibia cama, junto a Lucía, de no ser por aquel inusual canto de los pájaros. Me obligaba a levantarme y ver qué sucedía. Más despierto y lúcido, aunque sumamente extrañado por el insólito fenómeno, sin causar ruido para no despertarla, me acerqué a la ventana para ver qué ocurría afuera. Sigiloso, corrí las cortinas y asomé mi cara por entre las viejas y maltrechas persianas. El cielo se percibía muy nublado. Nublado como de pur...

Piedad, imploro!!!

Gente, por favor, piedad. Piedad para mí, por favor. Dejadme vivir. Dejadme vivir en paz, imploro. Dejadme vivir a solas con ellas. Con las dos. No me pidan que abandone a una o la otra. Mucho menos intenten sugérirmelo sutilmente. No, por favor. Sería imposible para mí vivir sin ellas. Las amo. Yo mismo las forjé. Las hice. Paso a paso, segundo a segundo, minuto a minuto durante muchos y largos años. Así, por favor, no pidan que me separe de ellas, mucho menos que las abandone. Son mis compañeras desde que amanezco hasta que vuelvo a amanecer. Dejadme vivir, gentes, con mi locura y con mi fortuna. Son todo y lo único que realmente tengo. Dejadme vivir con ellas, en paz.

Colección de Cuentos de Colección

Ah, y también está disponible Colección de Cuentos de Colección. Una antología riquísima.

Así Conquistamos El Mirador

Hola. Hoy les comparto una narrativa documentada acerca de la aventura a pie, a través de la selva, para conocer el sitio arqueológico El Mirador. Un conjunto de pirámides, observatorios, depósitos para captación de aguas pluviales y canales para su posterior redistribución, altares y demás asombrosas construcciones de la civilización maya, ubicadas en la profundidad de la selva del Petén, al Norte del Guatemala, a donde únicamente puede llegarse en helicóptero o a través de una caminata de 2 días y casi 60 kilómetros entre un abrumador bosque milenario, pletórico de jaguares, monos araña, aulladores y demás. Los invito a leerlo, pues mediante su lectura conocerán mucho de esa impresionante ciudad maya que alberga la Danta, el friso de lo hermanos gemelos y, en su momento, la primera ciudad Estado en el continente americano. Pueden acceder a traves del portal de amazópn, buscando el título: Así conquistamos El Mirador, de este su autor. Saludos, desde esta tierra del quetzal, ...

El Escritor bendecido

¡Escritor...? ¿Cómo diablos piensas dedicarte a escribir sabiendo que no tenemos ni para comer? —fue la respuesta que Santiago obtuvo de su padre cuando le confesó su ilusión por dedicarse a las letras.   ¡Ya es hora que pongas los pies en la tierra y nos ayudes! Mira a tu pobre madre. Está a punto de morir... y vos perdiendo el tiempo con esos sueños de ser escritor. ¡Cuán insensato eres! — terminó de vociferar el encolerizado padre. ¡Pues bien, pondré los pies en la tierra, pero mi cabeza continuará pensando con que algún día seré escritor! —respondió el joven Santiago, esforzándose por disimular el desaliento que aquellas palabras le causaban. Con los ojos húmedos, vidriosos, y conteniendo un llanto que se desbordaba, se dirigió a su habitación. Iba triste... completamente abatido por aquellas duras palabras que echaban por tierra su inmenso deseo por dedicarse al maravilloso oficio de las letras; sin embargo, entre dientes, aceptaba que su padre tenía razón. Aquel o...