Escritor...
—
No importa. Yo quiero ser escritor. Y trabajaré para lograrlo.
—
Bueno. Está bien. Pero, en qué trabajarás para ello?
—
Aprenderé ortografía, gramática, sintaxis, redacción y todo lo
necesario.
—
Pero, es que acaso no te das cuenta que con aprender todo ello
tampoco te será suficiente.
—
¡Cómo que no? Por supuesto que sí. No es pues el caso que un
médico aprende medicina para ser médico y un abogado leyes para legislar. Así,
aprendiendo a escribir seré escritor.
—
Eres más testarudo de lo que pensé. En parte, tienes razón. Si
escribes bien serás un escritor, pero entonces lo que me falta explicarte es
que para ser escritor laureado, como tú lo pretendes, te faltan laureles.
—
Pero esos me los concederán.
—
No. No es así. Los laureles los pones tú al momento de
escribir. Los otros simplemente los reconocerán en ti. Claro, si los has
puesto.
—
Cómo así. No te entiendo.
—
Sencillo. Para escribir como los grandes no basta con saber
escribir. Necesitas corazón, alma, estrellas y poesía. Amor, sentimiento y paz.
Perseverancia y humildad. Como buen escritor puedes ser simplemente
editorialista, pero nunca escritor laureado.
—
Pues entonces aprenderé todo eso que me dices de corazón,
sentimiento, amor y no recuerdo qué más pendejadas.
—
Eres un pendejo. No cabe duda. Eso no se aprende. Se vive; se
nace con ello. Viejo y amargado como estás, imposible. Esos sentimientos son
los que hacen al artista. Y vos de artista no tenes ni lo bohemio.
—
Dices entonces que yo no tengo sentimientos de esos de amor y
de corazón. Que carezco de nobleza para ser escritor.
—
Sí. Así es. Eres un petulante engreído sin la más mínima
noción de lo que es ser humano, mucho menos escritor laureado o artista.
—
Pues me monto en la madre, pero yo seré escritor reconocido.
—
Ok, está bien. Pero nunca serás laureado como pretendes.
Podrás ser reconocido, pero sin laureles. Sólo un escritor rico.
—
Pero, ¿famoso?
—
Sí, seguramente. Prueba con relatos eróticos, trama policíaca,
historias de terror. Esos son temas de los que vos seguramente si podes
escribir. Pero poesía, literatura, arte en sí, jamás. Sos un palo seco.
Hmmm, comprendo. Escribiré entonces relatos eróticos, pero, ¿cómo
empiezo....?
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