Preludio. Dejadme!
Gente, por favor, piedad. Piedad para mí, por favor.
Dejadme vivir con ellas, en paz.
Dejadme vivir. Dejadme vivir en paz, imploro.
Dejadme vivir a solas con ellas.
No me pidan que abandone a una o a la otra como tampoco a la otra.
Sería imposible para mí vivir sin ellas.
Dejadme vivir a solas con ellas.
No me pidan que abandone a una o a la otra como tampoco a la otra.
Sería imposible para mí vivir sin ellas.
Las amo. Yo mismo las forjé. Las hice.
Paso a paso, segundo a segundo, minuto a minuto durante muchos y largos años.
Así, por favor, no pidan que me separe de ellas, mucho menos que las abandone.
Son mis compañeras desde que amanezco hasta que vuelvo a amanecer.
Paso a paso, segundo a segundo, minuto a minuto durante muchos y largos años.
Así, por favor, no pidan que me separe de ellas, mucho menos que las abandone.
Son mis compañeras desde que amanezco hasta que vuelvo a amanecer.
Dejadme vivir, gente, con mi locura, con mi soledad, con mi
fortuna.
Son todo y lo único que realmente tengo.
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