Rebk 3!!!
Con aquellas letras EGC en mente, Claudia y yo creamos dos perfiles falsos en la red; uno de hombre: CarLeoFante, y otro de mujer: AndreasoñaDora, y contactamos al mismo personaje: Oso shuko, con el que Julio intercambió mensajes. Logramos finalmente, al cabo de una semana, tender algún puente, de oro como dice aquel, coincidiendo a propósito siempre con las perspectivas que Oso shuko planteaba; eso nos permitió finalmente tejer alguna amistad digital, mediante la cual acordamos tomarnos un café alguna tarde próxima.
La misma se presentó no mucho después. Resultó que el perfil pertenecía más bien a otra chica y no a un hombre, como habíamos pensado inicialmente. Afable y simpática, dijo llevar por nombre Suzy. De inmediato hizo migas con Claudia, aunque esta dijo llamarse Andrea. Yo no tuve mucha oportunidad de conversar, pues Suzy estaba sorprendida con Claudia, es decir, con Andrea. Aunque no sabría yo decir en ese momento si por su físico, por su personalidad o por la trama de vida tan interesante que, mintiendo por supuesto, Andrea le decía llevaba: camarera de un café bar de élite que funcionaba a puerta cerrada en la ciudad, exclusivo para personas de la más alta sociedad, aunque estrictamente prohibido el ingreso a políticos y funcionarios, incluso embajadores que no fueran del G7.
Sin embargo, luego de cerca de treinta minutos opté por retirarme de aquella reunión pues más bien la hacía simplemente de espectador ante la amena y armoniosa charla que aquellas entablaban. Andrea y Suzy se quedaron solas.
Al filo de las siete de la noche Claudia llegó finalmente a mi apartamento. Estaba sorprendidísima con su nueva amistad. Suzy intentó conquistarla e incluso le planteó la posibilidad de acostarse con ella; además, le manifestó muchísimo interés en que le consiguiera una entrevista de trabajo en aquel café. —Se complementa de maravillas con mi trabajo actual. —le habría dicho. Confesándole a la vez que era investigadora, sin dilucidar si lo hacia por su cuenta o para alguna institución del estado.
Pero la impresión final de Claudia fue que Suzy era una chica peligrosa, que jugaba a brincarse con total desparpajo y sin aspaviento alguno la frontera entre honestidad e hipocresía a cambio de dinero. Incluso quizá hasta a delinquir. Ahora pensaba que tuvo mucha suerte en que aquella no la descubriera.
Ambos pensaban si sería propicio continuar con aquellos perfiles falsos o borrarlos por completo y desaparecer. Sin embargo, en dos platos: aún no habían logrado ninguna información que ayudara a su amigo Julio, por lo que optaron continuar con el juego, aunque intentando evitar futuros encuentros. De hecho, pensaron en ese instante en Julia. Amiga lesbiana en común que siempre presumía de su vasta red de contactos y conocidas. Quizás.
—Aló, hola Claudia, que gusto saber de ti. ¿Cómo estás?
—Julia linda, bien y tú, ¿cómo te va?
—Siempre hermosa, como tú. Pero dime, ¿en qué puedo ayudarte?
Continuará...
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