lunes, 1 de abril de 2013

Homo sapiens????


Habernos creído durante tantos años el viejo cuento de que somos seres superiores y haber llegado incluso a la insensata autoproclamación de ser homo sapiens, hombres sabios, no ha hecho más que conducirnos estrepitosamente a la debacle.
A una debacle que no puede apellidarse solamente ecológica, social o económica, pues bien sabemos que es total: sin agua, ¿qué hay? Sin bosques, ¿qué habrá?
Pero, ¿qué se nos puede pedir? cuando en realidad evidenciamos una total y absoluta falta de conciencia respecto de lo que en verdad es nuestra responsabilidad como seres humanos.
Sin embargo, reflexionemos. ¿Quién o qué crea nuestra conciencia?, lo que hemos aprendido. Y, generalmente, aprendemos lo que se nos enseña. De suerte que nuestra conciencia es producto de lo que se nos ha enseñado. Y ¿qué se nos ha enseñado durante los últimos cien años? Pues que desarrollo es amasar fortunas. Principalmente, consumir y ostentar. ¿O no? El concepto de responsabilidad social y otros similares son nuevos; y aun motivo de recelo en muchos espacios.
De tal suerte, nosotros, la gran mayoría, ni siquiera nos percatamos de que esa vieja concepción de desarrollo no hace más que devaluarnos como seres humanos, pues muchas veces lleva a pensar que es tan importante ser importante que no importe a quiénes pisoteemos. Aunque por supuesto, tal concepción también nos hace esclavos, dignos de alguna libertad sólo y solamente si consumimos y ostentamos. ¿Qué tal?
Además, a diario vemos y escuchamos (incluso lo hacemos) cómo se pisotean los derechos de los demás, principalmente, de los débiles. De los desprotegidos. ¿Cómo diablos entonces concebir que respetemos y sostengamos una relación armoniosa con el planeta, cuando ni entre nosotros mismos nos respetamos?
¿Cómo? De verdad, reflexionemos, ¿cómo respetar al planeta cuando es común que no exista ya respeto ni siquiera entre los miembros de una misma familia.
Amigos, el cambio climático quizá disminuya cuando nosotros, todos, nos revaloremos en una justa dimensión. Y como seres evolucionados entonces, asumamos nuestra responsabilidad por el cuidado y desarrollo de la humanidad; es decir, por el propio, por el del hermano, del hijo, del padre, del amigo. De la hermana, de la hija, de la madre, de la amiga. Del desconocido y de la desconocida. Y para ello, RESPETO, es clave.
Exijámoslo entonces para nosotros, pero empecemos por respetarnos a nosotros mismos. Cuidando de observar que no podremos respetamos si primero no respetamos a los demás. Y una vez exista respeto entre nosotros, el respeto hacia el planeta surgirá; de lo contrario, no estaremos respetándonos. Sí yo no respeto tu casa, no te respeto. Y el planeta es nuestra verdadera casa.
Liberémonos, pues, y seamos de verdad auténticos. Evolucionarios. Capaces de respetar y relacionarnos armónicamente con el Universo. Con: Paz, Armonía y Solidaridad.

El Hombre Cuatrónico

Cuando 6 años atrás describí al hombre cuatrónico, el cual se relaciona hacia el interior, consigo; hacia arriba, con su particular concepción de Dios; hacia los lados, con sus semejantes y en espiral, con el Universo, es decir, con el sapo, la piedra, el río, las estrellas y los árboles, entre otros, para vivir en PAS: paz, armonía y solidaridad, nunca pensé que estuviera escribiendo sobre ecosofía. Aunque ésta no señale como mi descripción, que dicha relación cuatrónica debe estar basada en el respeto, pero que este mismo a veces exige no relacionarse para mostrarse, y aún así, lograr dicho nivel superior de evolución humana.