Of course, with you!

 


Fue un rayo de luz tal un relámpago, aunque por demás extraño. Amén de sumamente brillante y amplio, al extremo que dicen iluminó gran parte del planeta, aunque más extraño aún, específicamente sobre determinados países, algunos incluso aislados; con un tiempo muchísimo más largo de la duración normal o acostumbrada, quizá hasta quince o veinte segundos, y también con una luz de diferente color a aquella característica blanca que siempre ha precedido al trueno, aunque este tampoco tuvo trueno alguno, ese rayo de luz era un misterio total para los habitantes de esos países. Y claro, para los de los otros, al enterarse.

De hecho, el apagón que computadoras, teléfonos celulares y señales de cable sufrieron a partir de él, dejando todos esos dispositivos muertos totalmente, nos obligó a los habitantes de esos países que vivimos tal relámpago a salir de nuestras casas y oficinas y ver o intentar ver a través de ventanas o de algún hueco hacia el cielo, desde donde aquel sin duda sabíamos había surgido; pero no, no vimos nada anormal después de eso.

El cielo estaba de hecho celeste, límpido; sin una sola nube. Menos aún señales de perturbación alguna recién pasada.

Incomunicados por completo, una vez la internet se había caído, cada uno o con los compañeros de oficina intentábamos confeccionar nuestras propias conclusiones con base en conjeturas y no pocas pasiones e ilusiones, en tanto las pantallas de computadores, tablets, teléfonos celulares y demás dispositivos continuaban negras, oscuras, muertas.

De a poco, aquellas pantallas empezaron a querer revelar algún mensaje. Se empezaba a ver un logotipo o algo similar. Algo así como una E y una T. Y debajo de ellas, un mensaje cuyas pequeñas letras no alcanzaban a ser legibles del todo; aunque a cada segundo adquirían mayor fuerza y cuerpo, haciéndolas más legibles.

Finalmente, pocos segundos después, se pudo ver con claridad el logo. Decía CET: Comunicaciones Extra Terrestres. Y abajo, en letras poco más pequeñas, el mensaje que rezaba:

Nosotros, habitantes del distante y desconocido por ustedes: planeta Kaplán, a sabiendas de las enormes deficiencias técnicas y profesionales, y la corrupción que atañe a sus empresas de telefonía, internet y cable que operan en sus países, hemos dotado, como gesto de buena voluntad y de forma totalmente gratuita, a todos sus dispositivos con nuestra tecnología de internet, desconocida en su planeta.

Esperamos les sea útil para su desarrollo y prosperidad, y jamás se vean sometidos otra vez por empresas inescrupulosas del mercado, confabuladas con funcionarios corruptos de los distintos regímenes.

Ujgtd Kijhhyt Ojjooo Taamllgwp

En seguida nuestros dispositivos mostraron un desarrollo maravilloso, alcanzando velocidades de transmisión de datos jamás imaginados así como una nitidez en la comunicación oral como nunca, sin mencionar las películas y programas que entonces pudimos ver en televisión, incluyendo la BBVA con sus Barcelona, Real Madrid y Athetic, así como la Premier League, con su Manchester City, Liverpool y demás, sin costo alguno ni pago de apps. Pero además, noticieros auténticos, que se centraban en difundir noticias, sin sesgarlas a favor de estos o aquellos. 

Sin duda, los amigos de Kaplán nos brindaban la libertad que pinches pares nos vedaban, y con una calidad, uf, propia de extraterrestres.

 

 


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