Paseo de domingo!
Buenos días, princesa. Te escribo porque quiero agradecerte este fantastico domingo a tu lado.
Gracias.
Recorrer tomados de la mano las calles empedradas de San Pedro en tanto disfrutábamos aquel helado que te teñía de fresa los labios y yo me deleitaba limpiándolos con los míos ha sido increíble, aunque también cuando tu hermoso vestido de algodón blanco y sin fín de margaritas colores mandarina y verde flotaba al viento, y una y otra vez, entre risas y sonrisas, tropezábamos en aquel sinuoso callejón de piedras , entre paredes blancas y amarillas y hermosas ventanas con geranios y pelargonias que casí cobraba vida con esa alegría nuestra, con tus carcajadas y con el vuelo nervioso de los colibries picando las bouganvilias bajo el sol de la media tarde que nos envolvía, y que de a poco nos llevó a la fuente del parque, donde luego nos empapamos lanzándonos sus frescas aguas con nuestras manos en tanto corriamos a su rededor. Inolvidable. Gracias. Tu sonrisa y nuestros besos... qué más podía pedir. Sí, y luego el café y el pastel de chocolate y peras que compartimos... Gracias. Gracias. Ha sido maravilloso.
Aunque solo un sueño, maravilloso. Sí, maravilloso, una vez ha sido contigo.
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