martes, 12 de febrero de 2013

El Tumbador, S. M. su historia: II Parte

Juan Jegerlehner y paisanos, 1918.
Vestigios de tales pueblos se encontraron en la finca La Soledad. Básicamente, un incensario y una efigie.

De hecho, a partir de tales hallazgos se identificó una cerámica precolombina como tipo Tumbador Inciso y hasta se establecieron variedades del mismo.

Estudios y análisis efectuados recientemente han determinado que dichas piezas cerámicas fueron elaboradas con materias primas provenientes del área fronteriza entre Guatemala y México, precisamente entre Ocós y Puerto Madero (hasta río Coatán), sobre el océano, y Coatepeque, El Tumbador, Tuxtla Chico y Tapachula, donde en aquélla época se elaboraban cerámicas de gran fineza y calidad, conocidas hoy día como cerámicas plumbate.

Vale mencionar que estas fueron distribuidas a lo largo y ancho de la Mesoamérica prehispánica, encontrándose restos de ella en lugares tan lejanos como la península de Yucatán, en el extremo Norte y Panamá, en el Sur.

Luego, en los albores de la conquista, allá por 1523, cuando por órdenes de Hernán Cortés, Pedro de Alvarado, proveniente desde el cercano Tehuantepec, en México, incursionó en Guatemala, seguramente atravesó lo que hoy es el departamento de San Marcos.

A partir de ese momento, los ya conocidos Repartimiento y Encomienda, amplia y concienzudamente divulgados por el connotado autor nacional, Severo Martínez Peláez, seguramente empiezan también a formar parte de la historia del área que actualmente ocupa el municipio, con lo que las tierras habrán sido distribuidas a los aventureros conquistadores, y los indios, así llamados entonces, amén de repartidos, también encomendados para su evangelización católica.

Así, mucho antes de existir un municipio identificado como El Tumbador, quizá en los albores del 1700, en el área habían simplemente diversas extensiones de tierra dedicadas seguramente a cultivos tales como cacao y la extracción de maderas preciosas, pues el café no fue introducido en el país sino hasta en el año 1773. Y con alguna certeza, inicialmente en las inmediaciones de la entonces capital, asentada en el valle de Panchoy, hoy Antigua Guatemala.

A través de la historia, el territorio del municipio ha sido parte de varias organizaciones geopolíticas establecidas por los diferentes gobiernos. Así, y de acuerdo a las ordenanzas de Barcelona del 20 de noviembre de 1542, perteneció a la Audiencia de los Confines, la cual se extendía desde Tehuantepec, en México, hasta el río Atrato, en Colombia.

Tan sólo siete años más tarde, en 1549, Guatemala, Chiapas y Soconousco, junto a otros del norte de la Audiencia de los Confines, se separaron de esta y se anexaron a México. Pero de igual manera, pocos años más tarde, en 1568, el territorio pasó a formar parte de una nueva organización socio política dictada allende el Atlántico, la de la Audiencia y Capitanía General de Guatemala, la cual abarcaba Chiapas, Soconusco; Guatemala y El Salvador como uno solo; Honduras; y Nicaragua con Costa Rica incluida. Con lo que quedaron nuevamente separadas de México, que por entonces era declarado Virreinato de la Nueva España.

Estos cambios previo señalados, como ven, se suscitaron en poco menos de 30 años. Casi 100 años después, ante una nueva distribución política de los territorios, entre 1650 y 1753, el área de El Tumbador perteneció al corregimiento de Quezaltenango, pero a partir del tal 1753, pasó a formar parte directamente de la Provincia de Guatemala. Vale resaltar que esta distribución geográfica aún incluía Belice como territorio de Guatemala.

Continuará...

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