Día de vivos en el corazón!

La celebración del día de Santos ha sido magnífica. 

Fiambre esmeradamente preparado con verduras frescas de Patzicía y adornado con rodajas de huevo duro de la granja de Moncho, rábanos en flor y hojas de lechuga romana de mi hortaliza, tiras de espárragos de lata porque no hay de otro, y fresco queso seco de Zacapa que me regaló Jorge, espolvoreado encima.

Por supuesto, fresco refresco de rosa de jamaica que compramos a don Mario, el del sombrero, en el mercado de San José Pinula; un par de vinos chilenos, en honor al de: Una gaviota de plata se descuelga del ocaso; y dos o tres cervezas chento por chento chapinas, de las del Zapote. Ah, y tortillas de doña Juana, con maíz que acarrea temprano desde la Terminal a su casa, pero que antes han llevado a ese mercado los vecinos organizados de las altas verapaces. También pan, al gusto, hecho este último por las manos de quien pienso cuando esto escribo.  

La mesa exquisitamente decorada con mantel típico elaborado en los telares de pedales de Sololá, con panera y tortillera de barro, como las que no conocen, y escudillas y platos hechos también a mano, allende las tierras altas de El Tejar, en Chimaltenango. Y como ornamento simplemente, elegantes y altos candelabros de una fusión de barros blanco y negro de Chinautla con velas verdes sin llama de las cererías de Esquipulas.

Por supuesto, en la otra mesa, esperando turno, el delicioso ayote que desde Jalapa me trajo Vicky, y que luego de cortarlo en trozos grandes, para que no se repitan una y otra vez, cociné con panela fresca de Mazatenango y cáscaras de naranja del árbol en el jardín y jengibre, canela y pimienta gorda que compré en el mercado de la Placita Quemada, allá por la 18 calle y 6ta avenida. Aunque no tengo certeza de si así se llama.

Guatemala y sus rincones, con su gente maravillosa que trabaja y produce, en una sola mesa.  

Pero más allá, sentados todos en rededor de esa mesa, celebramos a quienes nos acompañan sin que podamos disfrutar de su presencia, pero que viven con nosotros, en nuestro corazón.

Salud por ustedes, quienes se adelantaron para abrirnos brecha, al igual que lo hicieron cuando nos trajeron a este mundo y nos permitieron la dicha de ser parte de una familia maravillosa. 



 

Comentarios

  1. Linda tradicion del fiambre que une familias

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  2. Sabroso relato-homenaje a nuestros seres queridos. Te confirmo que el mercado, efectivamente es el de la Placita quemada, que cuando tendría unos 8 años, observe desde el Fuerte de San José, hoy área del Teatro Nacional, como se quemaba.

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  3. Hermoso relato que nos trasporta a nuestra Guatemala, mesa de costumbres, platillos y creación, que tan bellamente nos describes. Gracias.

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