Tarde!!!
¡Oh no, las siete! Otra vez llegaré tarde. No, ya no me da tiempo de bañarme. Alicia, mujer, levántate por favor, es tardísimo. ¿Los calcetines? ¿En dónde están los malditos calcetines? ¿Qué hora es? Son las siete y diez. Apúrate. Calienta un poco de agua para café. Hoy si nos agarró la tarde, ¿qué nos pasó? No sé, pero apúrate, por fa. Tú, ¿quieres café? No gracias. Ya no me da tiempo. Con permiso, voy al baño a pintarme. No, mujer, mejor te pintas en el carro y déjame mojarme el pelo para asentarlo. Está bueno, pero manejas despacio, pues si no me cuesta mucho. El cepillo, ¿dónde está? Yo lo tengo. Tené. ¿Y mis medias? De paso que ayer se me fue una. Ay mi amor, ahora no estamos para esas. Ponte las mismas. ¿Cómo vas a creer! En la oficina me cambio. ¿Pasamos a comprar un par? Cómo se te ocurre, es tardísimo. Hoy si nos echan, a los dos. Cállate, ni que lo quiera Dios. El agua ya la puse a calentar en el microondas. Bueno. ¿Y las loncheras? Olvídate de ellas. Ya veremos que almorzamos por allá. Ahora no estamos para pequeñeces. ¡Ay, mi falda, me las vas a romper! ¡Disculpa! Ya, vámonos. Amárrate los zapatos. ¿Cómo vas a salir así, y a manejar? No encuentro mi pintura de labios. Y mi bolsa, ¿la has visto? No para nada. Tal vez la dejaste en el carro anoche. No, me acuerdo bien que la bajé. Allá está, mirá, sobre la mesa. ¡Ah la, gracias! Sólo me amarro los zapatos y nos vamos. ¿Estás lista? Casi. Ah la no, ahora no estamos para casis. Apúrate, por favor. ¿Y el café? ¿Ya no vas a tomar? No, mejor cuando llegue a la oficina. Lávate los dientes. No te podes ir así. Ok. ¿Y la pasta? Ahí está, sobre el depósito del inodoro. Me voy al carro a pintarme. Está bien, en un momento llego. El carro está con llave. ¡Ah la gran! ¿Dónde está el pantalón que tenía puesto ayer? No te cambiaste. Llevas el mismo. ¿Y las llaves? No sé. Tal vez en el comedor. No. No están por aquí. ¿Y en la cocina? Tampoco. Ah, por fin. ¿Dónde encontraste las llaves? Entre las sábanas. Despacio, no por salir corriendo nos vamos a matar. Si mujer, tranquila. Tú es quien debe ir tranquilo. Cuidado con el chucho. Cuidado hombre, lo vas a matar. No mujer, ya lo vi. Recuerda que retroceder siempre es peligroso. Tú mismo me lo has dicho. Si mi amor. Bueno, ya. Voy a cerrar la puerta. ¿Por qué moviste el espejo? ¿Y no quedamos en que me voy a pintar? Si mi amor, pero tengo que ver los carros que vienen atrás. Es sólo un ratito. Tan enojón que sos. Puta, otro día de carreras.
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