El sepelio del 44.
Y cuando las lluvias cesaron, la semilla había germinado y floreció.
El fruto sin embargo, enjuto y argeñado. Otra vez.
Aunque no como siempre sino como nunca, pues además, arrasó con la esperanza.
Y las cenizas cubrieron los montes.
Gracias por tus escritos, siempre variados e interesantes de leer. Este esta corto poetico significativo
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