Rebk!!! 2
Una vez Julio detenido bajo cargos de acoso y maltrato a la mujer, según le acusaba Ann Beka del Pozo, y no Rebk, Claudia y yo decidimos realizar alguna investigación para establecer hechos e intentar ayudar a nuestro amigo.
Iniciamos en los alrededores del edificio de apartamentos donde ella vivía. Ahí, a pesar que la reconocían en las fotografías que Julio le tomó en Antigua, nadie podía dar más detalles, salvo lo que ya sabíamos, que era muy atractiva pero siempre andaba sola; además, nadie la había visto en los últimos dos o tres días. Así mismo, y por más que lo intentamos en gimnasios cercanos, en estos nadie dio razón de ella.
Posteriormente fuimos al pueblo de donde ella dijo ser oriunda. Allá también mostramos fotografías de ella a transeúntes, vecinos del pueblo, sin embargo, luego de visitar la municipalidad, dos colegios, las extensiones universitarias y dos o tres comercios en aquel pueblo, nadie pudo reconocerla.
Dado que durante el periplo investigativo repartimos nuestros números de teléfono y nombres por si alguno recordaba algo más adelante, la noche del jueves, seis días después, recibimos la llamada de un vecino de la chica en el mismo edificio de apartamentos, quien sin identificarse nos indicó que ella solía recibir la visita de dos mujeres y un hombre que llegaban en un auto al parecer con blindaje; además, le parecía que la chica contaba con alguna seguridad personal, una especie de guardaespaldas que la cuidaba, o vigilaba, no sabía con certeza, y que la seguía a todas partes, aunque de manera muy sutil. Siempre a bordo de una motocicleta, simulando ser repartidor de encomiendas.
Esto nos alertó sobremanera, pues deducimos que la chica no operaba sola. Pero, ¿quién estaba detrás de ella y por qué la denuncia contra Julio? Salvo que lo que aquel escribía en redes hubiera impactado a algún delincuente o miembro poderoso del hampa, podría ser, pero Julio tampoco tenía fama ni seguidores como para ser significante en tal sentido; mucho menos una amenaza potencial. Sin embargo, esa sospecha nos llevó a revisar sus redes.
Pronto encontramos un intercambio de mensajes sospechosos con alguien escondido detrás de un perfil falso. Los dimes y diretes nos hicieron pensar que Julio se enfrentaba a un delincuente, aunque solo era eso: suposiciones. Sin ninguna certeza al respecto. Sin embargo, nos llamó la atención un mensaje de aquel perfil falso con las letras AGC y la fotografía del edificio de apartamentos donde Julio vivía. Qué significaría AGC?
Viernes fui a ver a Julio a la prisión y le conversé al respecto. Él recordaba perfectamente aquel intercambio de mensajes. Era de dos meses atrás y nunca le dio importancia, de hecho sospechaba que Bernardo, otro amigo, se los mandaba en broma, con lo que se despreocupó. Por otro lado, me comentó que su abogado le había advertido que la acusación era muy sería, aunque le extrañaba que el expediente no tuviera fotografías del supuesto maltrato a la chica. Habría un encuentro entre ambos, aunque no visual, el próximo lunes. Finalmente, me urgió cuidara de su gato. Que pasara a darle comida al menos, y si podía, me estuviera con él un par de horas ahí, en su apartamento. El 173, recalcó, tal si yo no lo supiera, pero en ese instante supe que eran aquellas AGC.
Al llegar a casa llamé por teléfono a Bernardo y le pregunté si él tenía algo que ver con aquello. No. para nada.
Con Claudia, tal en las películas, colgamos cartulinas a la pared y empezamos a anotar en ellas nombres, personajes, hechos y fechas. Ya veríamos a dónde nos llevaría nuestra faena investigativa.
Continuará...
...a ver qué pasa...
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