El capitán

El capitán, viejo lobo de mar, alto, fornido y de piel tostada, luciendo espesa barba negra e inmaculada gorra blanca con elegante ancla bordada con hilos de oro al frente levantó la vista, aspiró senda bocanada de aire y con los ojos puestos en la esperanza, dijo: ¡Tierra, señores, huelo tierra!

Su menuda esposa, al lado, se le acercó suavemente al oído y le dijo: sí, cariño, estamos en el vivero.



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